viernes, 30 de julio de 2010

Relato Peregrino

Hola, me llamo Marcos, os escribo desde un lugar cálido, atrayente, pero inhóspito, esa clase de sitios que son tan misteriosos como espantosos al que no os recomiendo acudir.

Estaba en mi segundo día caminando hacia Santiago en peregrinación junto con 32 personas. Después de una dura jornada llegamos a nuestro hotel; me rocié con varios decilitros de mi desodorante marca "Hacendaño"; después de unos minutos de reposo en mi cama-sandwich, me puse vaselina en los pies y fuí a ducharme con mi gel, también de "Hacendaño" y mi champú "Schwarzkopf (jefe negro)".

Cuando al fin acabé me senté real y plácidamente en mi cama, entonces desenterré mis calcetines de entre mis botas hibridas y cuando más cerca estában de mi cara durante el trayecto hacia mi maleta, ocurrió, se sentía un nuevo ente en la sala, algo desconocido hasta ahora por la humanidad.

Mi olfato se activó como una alarma, casi podia palpar el nacimiento de aquello, mi sentido nasal distinguía el "Schwarzkopf", el desodorante, la vaselina, el gel y otros muchos, pero el verdadero padre de todo aquello era lo que emanaba palpablemente de mis calcetines los cuales habían recorrido 26 kilómetros aquel día en el "Camiño".

Una bola blanca se formaba ante mis ojos. Parecia de carácter apacible, pero de naturaleza mortífera, como un niño jugando con una motosierra. La bola crecía ante mis ojos, atónitos; físicamente intenté huir pero psicológicamente la bola me atraía. Entonces fué cuando lo noté, la bola era inteligente, y en su curiosidad por conocer se me acercó, incluso juguetonamente, yo me empecé a ahogar, ya no había oxígeno en el aire; intenté agarrar el mango de la puerta y huir, pero ya no lo veía, intenté saltar por la ventana, pero al parecer fallé y le dí a una pared. Entonces caí, creo que en un rincón de la habitación, quise levantarme y huir como fuese pero fué entonces, cuando note que estaba ciego y los músculos no me respondían.



Entonces llegúe aquí, al lugar descrito en un principio, ahora solo veo un ascensor, unas escaleras, dos sillas y una mesa, esta última tiene encima el papel que contiene estas líneas y un boli. También hay, creo que para enviar el papel a algún lugar, un sobre que dice en letras rojas "AL EXTERIOR", espero que la carta llegue bien.

Marcos González
24/07/2010
Gracias a Jose, Lucía, Hector y Andrés.

1 comentario:

Johnny B. Nasty dijo...

Hay que joderse las cosas que escribes macho XD Yo quiero hacer un año ese camino tan popular, no por nada religioso porque (gracias a dios) soy ateo, pero tiene su punto. Por cierto amigo, he migrado -es un decir, si entras ya sabrás porqué- mi viejo blog de MySpace a Blogger, así que ahora somos "vecinos", le he puesto un dominio para que quede más bonito, de modo que puedes leerme en www.johnnybnasty.com (o en johnnybnasty.blogspot.com si te hace más gracia :D)¡Un abrazo!